miércoles, 27 de enero de 2016

Medidas públicas para la transición postpetróleo

 
 
Queridos lectores:

Aquellos lectores de este blog que vivan en Galicia ya sabrán a estas alturas de la reciente publicación del libro "A esquerda ante o colapso da civilización industrial", un ensayo de Manuel Casal Lodeiro, activista y activo miembro de una asociación muy conocida en estas páginas,  Véspera de nada; además, Manuel es también el coordinador de la revista post-colapsista "para una nueva civilización" 15/15\15
 
A esquerda ante o colapso da civilización industrial" es, en cierta forma, la continuación de la "Guía para o descenso enerxético" que publicó Véspera de nada hace ahora dos años, pero en este caso el libro está enfocado directamente hacia el terreno político. ¿Cómo está reaccionando la izquierda ante el colapso en ciernes? ¿Cómo, y por qué, debería reaccionar? Estas son las preguntas que trata de responder el
autor, fijándose sobre todo en el panorama político gallego pero mirando también a Cataluña, Euskadi, el resto del Estado español o incluso a la Grecia de Syriza.

El libro ofrece algunos materiales adicionales en forma de anexo que son de especial interés. Uno de ellos consiste en una batería de medidas que cualquier gobierno debería abordar para comenzar la
"transición" necesaria hacia un mundo en declive energético, y que Pau Valverde Ferreiro, uno de los
mecenas-lectores del libro, ha traducido a castellano para ampliar su difusión. 
 
Mientras esperamos a la edición española de "A esquerda..." (que se está ahora mismo negociando, además de la portuguesa), de acuerdo con Manuel hemos decidido compartir dicho anexo desde este blog. Al tiempo, os invitamos a que conozcáis otros contenidos que el autor va liberando en la web esquerda.colapso.info.
 
Salu2,
AMT
 
Algunas medidas públicas de mínimos para una estrategia facilitadora de la adaptación social pospetrolera

Economía:

– Apoyar decididamente la creación y/o consolidación de las redes locales de distribución de alimentos, y las cooperativas de consumo ecológico y local.

– Apoyar los proyectos de moneda complementaria que tengan una función social y útil para la transición.

– Favorecer la creación de bancos de tiempo.

– Apoyar las redes de distribución local y el comercio de proximidad de elementos de primera necesidad.

– Ayudar económicamente a las empresas locales que proporcionen productos sustitutivos de los importados en áreas de primera necesidad.

– Poner en marcha campañas mediáticas a favor del consumo de productos locales.

– Realizar campañas informativas de fomento y reconocimiento del consumo y uso de bienes y servicios con menor intensidad energética.

– Priorizar las ayudas económicas a las empresas que pongan en marcha planes de ahorro energético y hayan mostrado una alta eficiencia energética.

– Promover actuaciones económicas paliativas en las zonas con presencia de actividades fuertemente consumidoras de energía ante futuras y posibles reducciones de tales actividades.

 – Realizar estadísticas continuadas de la utilización de energías primarias, de uso y transformación de las mismas, así como del consumo por tipos de energía y usuario, que permitan disponer de la información suficiente para establecer lineas de actuación gubernamental y hacer un seguimiento de su cumplimiento.

– Promover decididamente el mantenimiento y ampliación de la población rural, en detrimento de las áreas urbanas, mediante leyes y medidas específicas que faciliten el retorno al campo en todos los terrenos: económico, ambiental, de servicios, vivienda, calidad de vida, etc. Fomentar las ecoaldeas como un modelo válido para la revitalización del rural, así como priorizar los proyectos colectivos para la recuperación de las aldeas o para el retorno al campo en general.

– Promover el aislamiento térmico de las viviendas, su aprovechamiento solar pasivo y penalizar un alto consumo energético en su construcción.

– Difundir en el sector de la construcción las posibilidades de la arquitectura bioclimática y subvencionar su aplicación en la construcción y reforma de viviendas y otros edificios.

– Aprovechar fincas no utilizadas de titularidad estatal, para la creación de huertos urbanos comunitarios y ecológicos.

– Promover que los ayuntamiento también faciliten la creación de huertos urbanos en los terrenos de su propiedad.

– Promover que se creen huertos para la autoproducción de alimentos en los jardines de las urbanizaciones privadas.

– Favorecer el uso del monte autogestionado, sostenible, diverso y encaminado a fijar población en el rural.

– Subvencionar (por ejemplo eliminando o reduciendo impuestos) la compra, alquiler y reforma de viviendas rurales para personas actualmente residentes en núcleos urbanos y que pretendan cambiar de residencia habitual al rural o a personas que quieran mantener su residencia en el rural.

– Simplificar los requerimientos para las obras y reformas en el rural y potenciar que se realicen con material y mano de obra local, además de con criterios de ahorro energético.

– Promover la soberanía y autosuficiencia alimentaria. Apoyar la producción ecológica local. Prioridad absoluta del gobierno: Asegurar el suministro de agua potable y alimentos a la población.

– Potenciar el banco de tierras, también en zonas urbanas y periurbanas para poner en contacto propietarios/as de fincas potencialmente productivas con urbanitas interesados/as en la producción hortícola para autoconsumo o para vender.

– Eliminar las trabas burocráticas y fiscales a la venta en mercados locales de excedentes de alimentos autoproducidos.

– Potenciar la puesta en marcha de bosques de alimentos y otros proyectos de agroforestry.

– Revisar la normativa relativa a los requerimientos de materiales y embalajes para los productos hortícolas para facilitar el empleo de materiales locales no derivados del petróleo.

– Modificar la normativa de ayudas a la incorporación de gente nueva en la producción agroganadera a la luz de una necesaria simplificación de insumos y características técnicas de las explotaciones.

– Promover las ferias y mercados locales, sobre todo de alimentos.

– Apoyar los bancos y redes de semillas locales, facilitándoselas a cualquier persona interesada en cultivar alimentos.

– Poner en marcha centros de uso comunitario para el envasado de alimentos y fabricación de conservas mediante sistemas de máxima garantía sanitaria y mínimo consumo energético. Divulgar desde estos centros, entre la población en general, técnicas de conserva casera.

– Promover la reconversión de las explotaciones agrícolas al modelo agroecológico.

– Promover la reconversión de las explotaciones ganaderas para aumentar su ahorro energético y minimizar su dependencia de insumos del exterior.

– Promover que se compartan los vehículos privados: con carriles reservados en las calles (coches con 3 o más pasajeros), excepción de peajes y otras medidas para su promoción.

– Promover cooperativas de transporte privado (coches propiedad de sus miembros), clubes de alquiler de coches, redes de autoestopistas registrados y otros sistemas semejantes. Facilitar el alquiler de coches para ocasionales viajes largos.

– Facilitar y promover el uso de la bicicleta (carril bici, etc.). Substituir calles para coches por vías para bicicletas. Dar prioridad para las bicicletas en el rediseño de las vías.

– Poner en marcha ayudas para que ciudades y pueblos creen carriles bici, aparcamientos para bicis en las estaciones de autobuses y tren, y recorridos peatonales.

– Promover la compactación de la semana de trabajo: menos días de trabajo por semana, concentrando las horas. Incentivar la jornada continua en empresas públicas, privadas y horarios escolares.

– Fomentar la recuperación de autobuses de empresa para el desplazamiento de los trabajadores.

– Revisar todos los tributos para penalizar aquellas actividades que obstaculicen la transición energética, y rebajando o anulando los impuestos a aquellas que la favorezcan.

– Reducir la fiscalidad a los comercios de proximidad y pequeñas tiendas, sobre todo de alimentos y de productos de primera necesidad.

– Favorecer fiscalmente a las empresas que faciliten el teletrabajo para evitar desplazamientos de sus trabajadores de fuera de las ciudades y como medida complementaria favorecedora del retorno al rural.

– Favorecer fiscalmente el alquiler y compartición de todo tipo de equipamiento como alternativa a la compra­venta, y para favorecer la ampliación de la vida útil de los productos y maquinarias.

– Penalizar la obsolescencia programada en los productos industriales y favorecer la producción de bienes para toda la vida.

Agua:

– Urgir a todas las responsables de instalaciones de subministro de agua potable para que analicen las vulnerabilidades de las mismas en el caso de una súbita carencia de derivados del petróleo o de suministro eléctrico.

Educación:

– Colaborar para la realización de todo tipo de jornadas de divulgación social del peak oil y

de sus implicaciones para nuestra sociedad.

– Favorecer la formación de personas desempleadas en nuevos oficios y servicios para la resilencia.

– Apoyar y promover la recuperación de saberes, técnicas y oficios tradicionales.

– Revisar los currículos educativos para incluir en ellos la capacitación de los estudiantes en habilidades y conocimientos precisos para una vida postpetrolera.

– Revisar los libros de texto escolares, especialmente en el área de conocimiento del medio, para incluir la visión histórica de la relación entre nuestra especie y la energía, hasta llegar al momento actual del fin de una era de abundancia energética.

– Introducir la enseñanza de Permacultura y técnicas afines en todos los niveles formativos y áreas donde sea aplicable.

– Mantener y potenciar la enseñanza en el medio rural.

– Promover las escuelas populares, los ateneos y otros mecanismos de autoformación

colectiva de las personas, facilitándoles, por ejemplo, locales y la adquisición de material formativo.

– Promover una nueva cultura energética que ponga énfasis en el ahorro, en la eficiencia, y en los modelos de movilidad y ordenación del territorio que reduzca el consumo real.

– Fomentar, con la colaboración de los ayuntamientos, la agricultura/horticultura urbana ecológica mediante campañas, cursos, incentivos diversos, cesión de espacios y aperos, subvención de semillas, etc.

– Fomentar la investigación en Permacultura, técnicas de cultivo, diseño de explotaciones autosuficientes, tecnologías y especies adecuadas y otros aspectos para una nueva agricultura postpetrolera. Identificar insumos alternativos a los actuales, sistemas de prevención de plagas no químicos, etc. echando mano de la historia agrícola del país y del saber tradicional, como de las experiencias que funcionan en otros lugares.

– Realizar campañas para a formación de los conductores de vehículos privados en conducción para el ahorro de combustible.

– Fomentar un cambio cultural con respecto al consumo. Dentro de él, promover intensamente los productos locales frente a los importados.

– Realizar campañas de formación específica de personas de todas las edades para la autogestión y cuidado colectivo y personal de la salud, primeros auxilios, etc.

– Colaborar activamente para que se realicen charlas, jornadas, actividades escolares, proyecciones de documentales, creación de proyectos interactivos, libros y cómics divulgativos y prácticos vinculados con:

– El cénit del petróleo.

– Economía ecológica.

– Ahorro energético.

– Decrecimiento.

– Resiliencia comunitaria.

– Habilidades útiles en un mundo sin petróleo.

– Agricultura natural/ecológica/tradicional.

– Permacultura.

– Autoproducción y conservación de alimentos.

– Compostaje casero.

– Cocinas solares.

– Autoconstrucción de sistemas de energía renovable.

– Estilos de vida y alimentación saludable.

– Tracción animal para la agricultura y el transporte.

– Etc.

– Fomentar la cultura de que sólo es preciso poseer aquello que es verdaderamente personal, y que el resto es más eficiente compartirlo (bienes comunitarios) mediante el alquiler y otros sistemas.

– Crear un centro autonómico de referencia permanente sobre estas cuestiones, a modo de centro de experimentación y difusión, centro de demostración de técnicas sustentables, granjas escuela, etc. Debería coordinar y respaldar experiencias a nivel comarcal y municipal que replicasen estas funciones y las aplicasen sobre el terreno en cada región.

– Hacer congresos divulgativos también dirigidos a las asociaciones y entidades de la sociedad civil, del mismo modo que con las empresas.

– Promover que las ciudades y pueblos se unan a la red de Ciudades en Transición (Transition Towns).

– Potenciar la autogestión y autoorganización de la sociedad civil mediante un paquete de medidas especificas. Fomentar en todos los terrenos la autoorganización de la sociedad civil, prestando ayuda pero sin dirigismos.

Salud:

– Potenciar la fitoterapia entre los profesionales de la medicina así como el reciclaje profesional también en técnicas de diagnóstico y tratamiento de mínimo uso tecnológico, por ejemplo en el terreno de la asistencia a los partos: fomentando la formación de matronas y doulas para la asistencia de partos con mínima intervención y facilitando el parto en casa.

– Estudiar las vulnerabilidades de los centros de salud, hospitales, etc. de titularidad pública en un escenario de escasez energética y de materiales derivados del petróleo. Proponer alternativas en un plan especifico.

– En colaboración con los profesionales de la medicina del país, analizar en detalle qué otras transformaciones es necesario acometer para preparar el sistema de salud público en el contexto de carencia de energía y materiales.

– Estimular al máximo la salud preventiva entre la población y potenciar hábitos de vida y alimentación saludables. 
 

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